Las orígenes de la Stevia

La Stevia es un arbusto herbáceo perenne, de pequeñas dimensiones, originario del Centro de América, precisamente entre Brasil y Paraguay. Crece en los sitios arenosos de montaña y logra los 80cm de altura cuando está en llena maduración. Tiene hojas verdes lanceoladas y dentadas y pequeños flores blancos.
Ya los nativos sudamericanos conocían sus propiedades y la usaban como endulzante, gracias al sabor dulce de sus hojas, gozando también de los efectos relajantes y antihipertensivos. El primer científico que describió sus propiedades fue el botánico paraguayano Bertoni, en el 1887. Las hojas eran:

• - hipotensoras pero energizantes
• - hipoglucémicas y reguladoras de la homeostasis de los glúcidos
• - digestivas
• - reequilibrantes para la piel y las mucosas (útil también para prevenir la formación de carias)

Hoy en día, la Stevia se considera una de las mejores plantas medicinales existentes. Desde las hojas, sin calorías pero 30 veces más dulces del azúcar, se puede obtener un jarabe concentrado muy dulce. Desde él, se obtiene un polvo blanco muy dulce también (hasta 300 veces más del azúcar). Tanto el jarabe como las hojas picadas tienen un sabor dulce y un retrogusto aromático que se parece a lo del orozuz y del anís.

En los años ochenta, la cultivación de la Stevia se extendió a China para proveer al mercado japonés. Hoy, se encuentran plantaciones de Stevia en todas las zonas subtropicales con un clima semi-húmedo (15-26°C). Se cultiva en más de 16 países, en 3 continentes (África, América del Sur y Sureste Asiático).

Este artículo traducido se retoma del artículo "Stevia e Reward Pathway" de la Dr. Dora Dragoni en www.neuroscienze.net